El Porsche 917 de 16 cilindros fue un proyecto interesante que luego cayó ante el avance del turbocompresor. Sin embargo, la denominación es mucho más que un recuerdo. Y a continuación te contamos por qué y todo lo que debes saber.
En un intento por desorientar a Ferrari, la compañía alemana presentó una maqueta y comunicó que estaban trabajando en un motor plano de 16 cilindros que sería aplicado en el Mundial de Marcas. Todo ello a pesar de que no había un gran sustento, más allá de que mencionaban la experiencia en motores con dicha cantidad de cilindros.
La historia del Porsche 917 y la intensión de sumarle más cilindros
El Porsche 917 original, con motor de 12 cilindros, fue diseñado para competir en Le Mans, pero no logró superar la potencia de los motores Chevrolet V8 utilizados en los McLaren de la Can-Am. Así, la firma de Stuttgart desarrolló el proyecto del 917/10 que incluía una versión con propulsor de 16 cilindros y otra con turbo basada en el de 4.5 litros.
Aunque el motor de 16 cilindros mostraba cifras impresionantes de potencia, era bastante pesado y no se mostró prometedor en las pruebas iniciales. De todos modos, desde Porsche pretendían que no fuera algo totalmente frustrado, sino que sirviera para obtener algún logro o cambio.
El turbo, la revolución al día de hoy
Finalmente, se optó por la versión con turbocompresor, que resultó ser más adecuada. De hecho, la del Porsche 917/10 tenía una potencia de 850cv y era hasta más ligera que el propulsor de 16 cilindros.
En este contexto, Porsche confió en el equipo de Roger Penske que desarrolló una versión con 5.0lts y 1000 CV, conocida como el 917/30. Este modelo fue una verdadera bestia del asfalto y dominó en la Can-Am.
Sin embargo, el avance del turbocompresor y los nuevos reglamentos restrictivos en consumo de combustible debido a la Crisis del Petróleo pusieron fin a la era de los motores de alto cilindraje.
De proyecto a ¿la verdadera solución?
Parecía otro suceso negativo, pero resultó todo lo contario. ¿Por qué? Porque el turbocompresor o –simplemente- turbo se convirtió en la elección preferida para aumentar la potencia de los motores, y el Porsche 917/30 fue superado por estas nuevas regulaciones.
Cabe destacar que la explicación oficial y más sencilla respecto a los propulsores con turbo de la actualidad es la que mejor resume de qué se trata. Se reduce la cilindrada y se la sobrealimenta para igualar e incluso superar las prestaciones originales (por ejemplo, un 2.0lts se vuelve mayo a un 3.5), reduciendo los consumos y los niveles de contaminación.
Y más allá de turbo, potencia, prestaciones, etc. el Porsche 917 sigue siendo en todas sus variantes un ícono en la historia de los vehículos de competición.