En un rincón virtual donde la pasión por los clásicos del automovilismo late con fuerza, un destello brillante de nostalgia vuelve a llamar de los coleccionistas y entusiastas: hablamos de un Ford Falcon Ghia de 1988 que ha resistido el paso del tiempo de la mejor manera y emerge como un tesoro que merece ser apreciado. ¡Descubre cómo está y mucho más!
El Falcon se erige como una epopeya en la historia automotriz nacional. Su carácter distintivo y su formidable aceptación en el mercado no solo lo mantuvieron en producción durante casi tres décadas, sino que también lo inmortalizaron como un vehículo que trasciende generaciones. Así, este enigmático Ford Falcon Ghia de hace más de tres décadas lo revive.
Características más impresionantes de este Ford Falcon Ghia
El estado de conservación de este testimonio de la ingeniería y diseño es un espectáculo para los sentidos.
- Las calcomanías están meticulosamente preservadas en el vano motor y el baúl
- El interior exhibe un desgaste mínimo
- Tienes apenas 27000 recorridos a lo largo de tres décadas y media
- Su color gris luce muy elegante y como si hubiesen transcurrido muchos menos años
- Los asientos parecen retapizados, pese a que son originales
Al igual que el resto de los modelos de aquel entonces, la mecánica del Ford Falcon Ghia estaba compuesta por el motor de 3.6lts con seis cilindros en línea, 110cv y 240Nm de par, el cual se acoplaba con una caja manual de cuatro marchas que refleja una época en la que la conducción era una experiencia más visceral.
Así, las prestaciones, una vez aclamadas, siguen siendo notables: un 0 a 100 km/h en unos 13 segundos y una velocidad máxima que besa los 165 km/h. Parece muy insuficiente para hoy en día. Sin embargo, hace 35 años era más que destacado y representaba el anhelo de cientos de personas.
Otros datos que tienes que saber
Este Ford Falcon Ghia resplandece con un aura que lo haría parecer digno de un escenario de exposición de autos clásicos. El precio que se solicita por esta pieza de historia automotriz es de 15000 dólares, un valor no bajo, pero sí justificable para quien está dispuesto a invertirlo y quedarse con dicha joya.
Cabe destacar, y en línea con todo lo descrito, que no se trata de cualquier vehículo. Su llegada en 1962 resonó como un acorde armónico, y, a medida que los años avanzaban, su solidez y evolución constante lo consagraron en el corazón de las familias. Desde las versiones iniciales como el Futura y el Deluxe, hasta el icónico Sprint que aceleraba los corazones de los amantes de la velocidad. Así, el Ford Falcon abrazó múltiples siluetas, incluso expandiendo su influencia en forma de rural y pick-up Ranchero.
Si de autos realmente míticos y únicos hablamos, nadie puede negar la imposibilidad de igualar e incluso intentar asemejarse a este modelo de la marca americana. Por esta razón, un ejemplar con este Ford Falcon Ghia y en un estado óptimo no solo no pasa inadvertido, sino que despierta la atención y nostalgia de miles de individuos.