En un panorama automovilístico donde los SUV parecen haber conquistado el mercado con su presencia imponente y versátil, una marca se atreve a desafiar la corriente: Lancia. Dentro del conglomerado Stellantis, donde abundan los SUV bajo diversas marcas, Lancia tomó una posición radicalmente diferente y optó por mantenerse fiel a los turismos. ¿Cuál es la razón detrás de esta estrategia y cuánto tiempo piensan mantenerla?
El CEO de Lancia, Luca Napolitano, es la voz detrás de esta decisión audaz. En una reciente mesa redonda en Milán, el ejecutivo reveló que inicialmente, el nuevo Ypsilon estaba concebido como un SUV. Sin embargo, su intervención fue determinante para transformarlo en un turismo tradicional. «El proyecto empezó con un SUV, pero yo decidí bajarlo», confirmó.
Las razones de Napolitano son claras y fundamentadas. En primer lugar, señaló la saturación del mercado de SUV dentro de Stellantis para evitar así la competencia interna y la canibalización de productos. Además, destacó la colaboración estratégica con Alfa Romeo, donde se delimitaron territorios y clientes para evitar solapamientos. Y en esta coherencia está la clave de gran parte de la estrategia del grupo.
Las razones de Lancia para no fabricar SUV
Pero la decisión va más allá de consideraciones internas. La aerodinámica emerge como un factor determinante, especialmente en la era de la electrificación. Con la transición hacia vehículos eléctricos, la autonomía se convierte en un factor crucial, y la reducción a la resistencia del aire juega un papel fundamental en esta maximización. Por lo tanto, el diseño aerodinámico de los turismos se presenta como la opción más eficiente.
Esta decisión radical de Lancia no es solo una cuestión de producto, sino también una estrategia de mercado. Napolitano destacó la importancia de enfocarse en la calidad del lanzamiento, en lugar de una expansión masiva e inmediata. Así, el recién presentado Ypsilon se comercializará primero en Italia antes de expandirse por toda Europa, y seguirá un plan estratégico meticuloso que considera la respuesta del mercado italiano, el peso del canal online y el segmento B premium.
¿Decisión momentánea o para siempre?
Entonces, ¿hasta cuándo Lancia mantendrá esta postura contra los SUV? La respuesta a este interrogante parece ser clara: en el futuro previsible, la marca seguirá apostando por los turismos como su principal oferta. El próximo modelo Ypsilon, que se espera en los concesionarios en septiembre, marcará otro hito en esta decidida estrategia.
En un mercado saturado de SUV, la negativa de Lancia a seguir la corriente representa un desafío atractivo. Mientras otras compañías se sumergen en la fiebre de los SUV, Lancia se mantiene firme en su compromiso con los turismos, y demuestra que la innovación no siempre sigue el camino trillado, sino que a veces se encuentra en la audacia de decir «no».
Cabe destacar que la firma italiana está adquiriendo gran notoriedad como consecuencia de esta decisión. Esto se debe a que los Sport Utility Vehicle constituyen el tipo de vehículo más demandado a nivel mundial, sobre todo del segmento B.