¿Cómo es la experiencia de conducir un Porsche 962 Rothman Grupo C?

Escrito por Paulo Di Renzo

En el apasionante mundo de las carreras automovilísticas, hay un personaje que se ha ganado un lugar especial en el corazón de los aficionados: The Stig. Este piloto anónimo de Top Gear condujo ahora un Porsche 962 Rothmans Grupo C. A continuación, te mostramos en detalle su experiencia y más.

Cabe recordar que The Stig ha cautivado a millones de espectadores con su destreza al volante y su misteriosa identidad. Y es conocido por su habilidad sin igual al volante y su amor por la velocidad. Algunos, de hecho,  aseguran que su sangre corre a base de 110 octanos y que su habitación está decorada con pósters de motores V12 con poca ropa. 

Todos los detalles el Porsche 962 Rothman Grupo C y la experiencia de The Stig

En esta ocasión, The Stig se pone al volante de uno de sus autos favoritos de todos los tiempos: el emblemático Porsche 962 del Grupo C. Este representa un hito en la ingeniería de los ‘80, ya que fue una evolución del exitoso 956, ganador de Le Mans en cuatro ocasiones.

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El 962 de Rothmans es especialmente emblemático, con su distintiva librea azul y blanca, adornada con franjas rojas y doradas. Este vehículo forma parte de la selección de tres autos de fábrica de Rothmans de mediados de 1980. Fue pilotado por leyendas como Jackie Ickx y Jochen Mass, y en 1987 marcó la pole en Le Mans.

Características únicas del Porsche 962

Por un lado, alguien tan famoso como The Stig. Por otro, un vehículo tan único. La combinación no podía ser mejor (compruébalo en este video). El Porsche 962 es considerado como tal por las siguientes cualidades:

  • Pesa apenas 900kg pese a su apariencia
  • Está equipado con un motor de 2.6 litros y seis cilindros bóxer
  • Desarrolla 600 CV de potencia
  • Presenta un ligero retardo antes de que la potencia se desate por completo
  • Dejó un importante legado que continuó  con el WSC-95 que se consagró ganador de Le Mans en 1996 y 1997

El aura de misterio que rodea a The Stig fue parte fundamental del éxito de Top Gear. Este enigmático piloto nunca hablaba ni se quitaba el casco, pero su desprecio hacia la falta de habilidad al volante de los demás era evidente. 

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Además, sorprendía a todos con su ecléctico gusto musical, desde ópera hasta rock progresivo y country, mientras aceleraba en el circuito improvisado del aeródromo de Dunsfold. Lo cierto es que su increíble experiencia sirvió para rendir homenaje al Porsche 962, un auto que realmente ha marcado un antes y un después.