En un mundo donde la extravagancia y el lujo desafían los límites, nace algo únicó que fusiona culturas, poder y diseño automotriz. Es la historia de la Ferrari japonesa, un ejemplar único que vio la luz gracias a un capricho del rey de Arabia Saudita.
Todo comienza en 1983, cuando el rey Salmán bin Abdulaziz de Arabia Saudita decidió encargar una creación automotriz exclusiva para su hijo, Saoud. La familia real saudita, conocida por su inmensa fortuna derivada del petróleo, tenía el poder y la ambición para convertir sus sueños en realidad. Sin embargo, elegir a una casa automotriz italiana como Ferrari para llevar a cabo su capricho era un giro inesperado. ¡Sigue leyendo para conocer lo más relevante!
Giovanni Michelotti, el protagonista de la gran historia
El pedido exclusivo quedó en las manos del renombrado diseñador italiano Giovanni Michelotti, quien había dejado su huella en el mundo del automovilismo con creaciones emblemáticas. La orden era clara: el automóvil debía ser una reinterpretación del modelo 400i, combinando las tendencias de la próspera industria automotriz japonesa, representadas por marcas como Mazda y Toyota.
La Ferrari 400i Meera (así se la llamó), nació como resultado de esta colaboración única entre la realeza saudita, el espíritu del sol naciente y la marca de Maranello.
Sin embargo, a pesar de su linaje exquisito, el auto luchó por encontrar su lugar en la historia. Envejeció bajo la sombra del buen gusto y, casi cuatro décadas después, se convirtió en una pieza considerada demodé cuando se subastó en 2022 por apenas 400,000 euros.
Dos sucesos diferentes, un destino especial
Cabe destacar que la historia de la Ferrari japonesa tiene lugar con los caminos divergentes de Arabia Saudita y Japón en el escenario mundial. Mientras el primero se proclamaba como uno de los líderes mundiales en la producción de petróleo, el segundo se encontraba padeciendo las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
En esos años, Enzo Ferrari abandonaba Alfa Romeo y fundaba su propia marca, dejando un legado en la industria automotriz que se cruzaría con la realeza saudita décadas más tarde. Parecen hechos muy diferentes, pero, sin embargo, mantienen un estrecho vínculo.
Ahora sí: ¿cómo fue el proceso de fabricación de esta Ferrari japonesa?
El diseño de la Ferrari 400i Meera fue concebido en un taller italiano, pero Michelotti, el legendario diseñador, falleció poco después de recibir el encargo. Aunque se desconoce si pudo imprimir su sello personal en el proyecto, su equipo, liderado por su hijo Edgardo, continuó con el trabajo.
Los bocetos de Michelotti y la posterior dedicación dieron vida a la Ferrari 400i Meera en 1983, a cambio de una suma de un millón de dólares. Este vehículo único llevaba el nombre de la pareja del momento del príncipe Saoud y la inicial de su propio nombre. De esta manera, reflejaba un momento en la historia de la realeza saudita.
El aspecto de la Ferrari japonesa, basado en el modelo 400i de Pininfarina, despertó opiniones encontradas. Algunos lo consideraron una obra peleada con el buen gusto, mientras que otros, una fusión de influencias japonesas e italianas.
- La carrocería presentaba cambios significativos, como faros retráctiles y una parrilla frontal de cuatro líneas horizontales
- Desde la parte trasera, parecía haber adquirido un volumen adicional con protuberancias que resaltaban
- Reflejaba la influencia de la industria automotriz japonesa en aquel entonces
- Se evidenciaba a simple vista que se trataba de un auto especial
¿Cómo evolucionó y cuál era su estado?
La historia de la Ferrari japonesa no se detiene ahí. Después de su entrega al príncipe Saoud, cambió de manos en varias ocasiones y se rumorea que fue confiscado a un famoso líder narco neerlandés en 1993. A pesar de su turbulento pasado, el vehículo acumuló solo 4810 kilómetros en casi tres décadas.
En 2010, la Ferrari japonesa pasó por el taller de Ferrari Classiche, donde recibió una restauración completa que incluyó todo lo siguiente:
- Motor
- Sistema eléctrico
- Sistema de escape
- Ajuste de frenos
Asimismo, la inversión superó los 250 mil euros, y tuvo como objetivo preparar la Ferrari japonesa para su futura subasta.
¿Quién la adquirió y cuándo?
En 2022, la casa de subastas RM Sotheby’s puso a la venta la Ferrari japonesa. Aunque se esperaba que el precio de venta oscilara los 100 mil euros, el resultado fue sorprendente: alcanzó una oferta vencedora de 435.500 euros.
La historia de la Ferrari japonesa destaca no solo por su origen poco convencional y su pasado turbulento, sino también por su capacidad para romper los pronósticos. Se trata de un ejemplar único que representa la fusión de culturas, el poder del dinero y la audacia del diseño.
La 400i Meera seguirá siendo un recordatorio de cómo los sueños y los caprichos pueden dar lugar a creaciones únicas que desafían las normas establecidas.