Los próximos años se esperan muchos lanzamientos y presentaciones y la movilidad eléctrica será una de las principales protagonistas. En los últimos días se conoció que llegará a Europa una nueva marca, Firefly. Una compañía que se centrará en ofrecer coches eléctricos a precios accesibles.
El presidente y fundador de NIO, Lihong Qin, anunció que Firefly llegará a Europa en 2025 para el público que busca vehículos amigables con el medioambiente. Una de las claves para lanzar esta nueva compañía es que en Europa se abre el debate ante la normativa que culminará con la comercialización de vehículos de combustión en 2035.
Si bien se espera que esta nueva unidad se presente en 2025, aún nada se sabe sobre el valor que tendrá aunque será más accesible que los de su matriz. Por otro lado, NIO se mantendrá como la premium del grupo.
Nio, actualmente compite con los vehículos eléctricos ofrecidos por fabricantes de automóviles premium como BMW y Mercedes-Benz con un precio superior a 40.000 dólares y se ha enfrentado a pérdidas crecientes debido a una guerra de precios iniciada por otras marcas de autos eléctricos.
La expansión de NIO y una gran apuesta de marca
Firefly no es la única submarca de NIO, ya que también tiene la denominada Alps. Se espera que ambas, tanto Firefly como Alps, acaben llegando al mercado europeo en los próximos años.
Aunque las tres marcas pertenecen al mismo grupo operarán en forma independiente desde sus sedes en China. NIO es la de mayor precio con vehículos premium, en segundo lugar se ubicaría Alps y por último la novedad, Firefly.
En primera instancia Firefly desarrollará modelos más pequeños que las otras firmas del grupo, especialmente se enfocarán en el segmento de los utilitarios y los compactos.
Europa y su postura ante los autos eléctricos chinos
Está llegada podría no concretarse en el continente europeo si finalmente decide aplicar aranceles específicos a las marcas que fabriquen en China. Por su parte, Francia ya lo aprobó de cara al próximo año, podría ser un jaque muy importante para los planes de expansión de las asiáticas en nuestra región.
El problema es que los fabricantes de automóviles europeos se han visto sorprendidos por un verdadero aluvión de coches chinos de calidad a un precio inigualable para ellos. Es por esto que las automotrices europeas buscaron el amparo de la Unión Europea, pero Bruselas al momento no puede hacer mucho. Cualquier medida contra la llegada de autos chinos sería tomada negativamente por el país asiático que podría responder inmediatamente con medidas recíprocas a los productos europeos.
Si bien los fabricantes ya anunciaron su rechazo ante la medida, por ahora no hay nada definido. Algunas marcas piensan en abrir centros de producción en Europa como forma de escapar a las posibles sanciones pero nadie quiere apurarse. Lo cierto es que Firefly llegará para conquistar un mercado que parece destinado a empresas orientales.