Hace algunas semanas, desde Estados Unidos se anunció el incremento de tarifas impositivas a varios productos originarios de China, entre ellos se destacan sus exclusivos y económicos vehículos eléctricos. Los nuevos aranceles estadounidenses a los autos eléctricos chinos llevan ahora un impuesto de exportación del 100%. Las nuevas medidas se centrarán en industrias que incluyen automóviles eléctricos y baterías. Mientras que los impuestos existentes se mantendrán en gran medida.
El actual gobierno de Estados Unidos sostendrá los aranceles establecidos por el anterior al mismo tiempo que aumentará otros. Los motivos argumentados por las autoridades son los posibles riesgos para la ‘seguridad económica’ de USA.
Cabe mencionar que todos los autos importados de ese país ya estaban sujetos a un arancel del 25% aplicado bajo la presidencia de Donald Trump. Aunque el actual Presidente Joe Biden había retirado algunos aranceles del mandato anterior, esta medida cuadruplica la barrera de importación para los vehículos eléctricos.
Esto es clave, ya que se considera que China tiene el mercado de vehículos eléctricos más avanzado del mundo. Al mismo tiempo, las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos procedentes de ese país tendrán un impuesto de importación del 25%.
La arremetida de Estados Unidos contra los eléctricos chinos encabezada por Elon Musk
Desde el medio Insideevs, aseguran que esta maniobra se debe a un pedido especial fue encabezado por Elon Musk, el dueño de Tesla. De esta forma, el gobierno busca dificultar el acceso de los automóviles eléctricos fabricados en China a ese país.
La medida fue informada por la secretaria del Tesoro norteamericana, Janet Yellen, a quién le habían transmitido la preocupación de Estados Unidos por la creciente exportación de estos productos chinos. Los motivos que esgrimieron desde el país de América del Norte es que dichos productos ‘abruman’ a la industria nacional y podría provocar pérdidas de empleos y cierres de empresas estadounidenses.
El mercado interno chino: las limitaciones orientales
Estados Unidos y la Unión Europea pretenden de China un comercio más equilibrado. La economía del gigante oriental tiene una escasez de demanda interna para absorber su oferta. De esta manera, queda habilitada una exportación masiva de unidades a los mercados globales.
Los fabricantes de automóviles chinos precisan expandirse mundialmente, por más grande que sea su mercado nacional, la demanda interna tiene sus límites. China produce unos 30 millones de vehículos eléctricos al año, pero sólo puede vender entre 22 y 23 millones dentro de sus límites geográficos.
China responde al proteccionismo de Estadounidense con un reclamo internacional
Otra posibilidad es que muchas automotrices chinas se decidan a establecer sus fábricas en Estados Unidos para competir con las mismas reglas impositivas de sus rivales occidentales. La respuesta de China a la barrera del 100% de Estados Unidos será un reclamo internacional. La Organización Mundial de Comercio (OMC) establece un límite de 35% para los aranceles aduaneros, dentro de un pacto mundial que firmaron hace tiempo todos los países, incluyendo los Estados Unidos.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de China aseguran que los aranceles impuestos por la administración estadounidense “perturbaron gravemente” los intercambios económicos y comerciales entre los dos países. El mismo pidió a Washington que cancele las restricciones y añadió que China tomará medidas para defender sus derechos e intereses: “En lugar de corregir sus prácticas equivocadas, Estados Unidos continuó politizando las cuestiones económicas y comerciales”, dijo Lin Jian, portavoz del ministerio.