Mira el estado de una F-100 abandonada durante 20 años

Escrito por Paulo Di Renzo

Esta F-100 representa un clásico ejemplo de la camioneta estadounidense. Conocido por su durabilidad, potencia y capacidad de carga, este modelo de 1966 es un verdadero icono del diseño y de la ingeniería estadounidense. Y más aún por haber sido echado a la suerte durante dos décadas y poder luego restituirse.

La historia detrás de esta F-100 es igual de fascinante que su apariencia. Guardada en un galpón por más de 20 años, se encontraba en mal estado; cubierta de polvo y telarañas y con un motor muy oxidado. Sin embargo, un apasionado coleccionista de automóviles percibió su potencial y decidió restaurarla.

Cualidades más llamativas de esta F-100 abandonada

La restauración de la F-100 no fue un trabajo fácil, tal lo que puedes observar en las imágenes. Se requirió de gran esfuerzo, tiempo y dedicación para devolverle su aspecto original, el cual se había perdido a partir de la acumulación de suciedad y abandono de tantos años. Sin embargo, el resultado final fue impresionante. 

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No obstante, como dice una frase muy conocida, “lo mejor llegó al final”. La camioneta se veía como nueva, con su pintura brillante y su motor funcionando perfectamente. La F-100 había vuelto a la vida después de dos décadas sin siquiera mover una rueda o puerta.

Por un lado, se trata de una camioneta muy especial por su trayectoria y por lo que significa al día de hoy. Por otro, su restauración y su vuelta a la calle y sus escasos kilómetros recorridos atrae a cualquier fan e incluso a encargados de museos y de exposiciones.

Breve historia de esta camioneta

Esta unidad de Ford F-100 es de 1966 y fue adquirida 0km por un médico que vivía en Navarro, Buenos Aires, y que necesitaba un vehículo para visitar a pacientes que residían en zonas rurales. Luego de unos años, pasó por dos dueños hasta que fue guardada durante dos décadas en un galpón.

Con apenas 69000km (un promedio de 1210 por año), quienes se encargaron de restaurarla aseguraron: “Toda la pintura es de fábrica y conserva hasta la tela original de los asientos. El instrumental y la radio también son los mismos, lo que demuestra el cuidado que recibió durante los años en que se utilizó”.

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