¿Quién fue Giotto Bizzarrini, el diseñador de Ferrari cuya partida el mundo del automovilismo lamenta?

Escrito por Paulo Di Renzo

En el mundo del automovilismo, hay nombres que se convierten en leyendas, y uno de esos nombres ha sido el de Giotto Bizzarrini. Este ingeniero y diseñador italiano dejó una huella imborrable en la historia, gracias a su increíble capacidad creativa y su dedicación apasionada por la excelencia técnica. Fallecido hace unos días, su legado vive en cada uno de los vehículos que llevan su firma.

Bizzarrini recibió su nombre en honor al famoso pintor medieval. Sin embargo, a diferencia de su abuelo, colaborador directo del inventor de la radio, él encontró su pasión en los motores en lugar de las ondas. Desde que obtuvo su título de ingeniero en la Universidad de Pisa, se centró en los estudios aerodinámicos aplicados al mundo de la automoción.

Giotto Bizzarini y Ferrari, la historia de un éxito

El talento de Giotto Bizzarrini comenzó a desplegarse en Alfa Romeo, donde desarrolló el chasis del Giulietta. No obstante, fue en 1957 cuando su carrera despegó, al unirse a Ferrari como director de experimentos y desarrollos de coches deportivos

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Su creatividad y habilidad para innovar rápidamente llamaron la atención, las cuales pronto se manifestaron en logros destacados, como el famoso Ferrari 250 GTO y sus variantes, el 250 GT SWB, el 250 Spider California y el Testa Rossa. Estos devinieron en el apodo de «padre del 250», reconocimiento que trascendió las fronteras de Italia.

Giotto Bizzarrini también introdujo una innovación significativa en el diseño de automóviles al utilizar neumáticos diferenciados, con los traseros más anchos que los delanteros. Esta técnica, de hecho, se aplicó en el icónico 250 Testa Rossa y en el Testa Rossa 500 Mondial; dos modelos que dejaron una marca indeleble en la historia de Ferrari. 

Los éxitos continuarían luego de Ferrari

Las diferencias con Enzo Ferrari, conocido por su carácter difícil, llevaron a Bizzarrini a dejar la compañía en 1962. Sin embargo, no hubo tiempos para lamentos, ya que tras su partida el italiano se asoció con Carlo Chiti, otro talentoso ingeniero que también había dejado la marca italiana. Juntos fundaron la Automobili Turismo e Sport, donde continuaron produciendo diseños innovadores para diversos clientes

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Uno de los diseños más destacados fue el Breadvan, un automóvil de tamaño más pequeño que el GTO pero con una aerodinámica revolucionaria y una línea de techo extendida en la parte trasera. Se fabricaron solo dos modelos, lo que lo hizo aún más icónico.

Por todo ello, Giotto Bizzarrini llamó la atención de Ferruccio Lamborghini, un empresario dedicado a la fabricación de tractores que soñaba con tener su propia marca de automóviles deportivos. Así, se terminó uniendo a la otra firma italiana Lamborghini, donde marcó un antes y un después al crear el primer motor de 12 cilindros.

Como si fuese poco, la contribución de Giotto Bizzarrini no se limitó solo al motor del Lamborghini 350 GTV; continuó dejando su huella en la historia del automóvil al diseñar el inolvidable Lamborghini Misura. 

La creación de su propia marca

En la tercera y última etapa de su extraordinaria carrera, Giotto Bizzarrini decidió crear su propia marca de automóviles, un paso natural para un hombre de su talento y visión. Esta llevó su propio apellido y tuvo vehículos que exhibían la misma pasión y atención al detalle.

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De esta manera, la marca de Giotto Bizzarrini se convirtió en sinónimo de exclusividad y rendimiento excepcional. Cada automóvil llevaba consigo el sello distintivo de su creador, combinando innovación tecnológica, diseño elegante y una experiencia de conducción inigualable. 

Es cierto que la producción y cantidad de autos fue limitada. Sin embargo, fue suficiente para dejar una huella imborrable. Tal es así, que, tras fallecer hace cuatro días con 96 años, el mundo automotor seguirá lamentando su ausencia.