La adquisición de una motocicleta puede ser una emocionante aventura, y una opción cada vez más popular es la de motos de segunda mano. Aunque algunas personas pueden tener dudas sobre esta opción, hay varias razones convincentes para considerarla. A continuación, te mostramos cuáles y te facilitamos también sus principales beneficios.
Si estás buscando una motocicleta que se ajuste a tu presupuesto y necesidades, las denominadas motos de segunda siempre serán una buena alternativa, pero siempre y cuando cumplan ciertos requisitos… ¡Continúa leyendo para saber más!
Las 4 razones para comprar motos de segunda mano
Pese a que su nombre puede indicar que se trata de un producto inferior, las motos de segunda mano cuentan con todo lo necesario para resultar una solución eficaz para cientos de personas. Así, 4 razones concretas para adquirirlas son las siguientes:
Ahorro económico
Una de las razones más atractivas para comprar una moto de segunda mano es el ahorro económico significativo que puedes obtener en comparación con los modelos nuevos. Por lo general, pagas menos por el mismo modelo o incluso puedes acceder a motos de categorías superiores por un precio similar al de una nueva de gama baja.
Además, el costo del seguro y los impuestos asociados también tiende a ser inferior para las de segunda mano. Si estás buscando una opción más asequible para entrar en el mundo de las motocicletas, la compra de segunda mano es una excelente alternativa.
Variedad de opciones
El mercado de motos de segunda mano ofrece múltiples variantes en términos de marcas, modelos y estilos. Al optar por una moto usada, tendrás acceso a modelos más antiguos que pueden tener características y diseños únicos que ya no están disponibles en las versiones nuevas. Esto te brinda la oportunidad de encontrar una moto con un estilo clásico o retro que se adapte a tu personalidad y preferencias estéticas.
Además, al haber más opciones disponibles, es muy probable que encuentres una motocicleta usada que se ajuste perfectamente a tus necesidades específicas. Desde las más básicas y económicas incluso cuando son nuevas a otras más sofisticadas y con altas prestaciones.
Menor depreciación
Uno de los principales inconvenientes de comprar vehículos nuevos es la depreciación significativa que ocurre en los primeros años de propiedad. En cambio, con los usados o de segunda mano no te enfrentarás a esta misma pérdida de valor.
Por lo general, las motos usadas tienden a mantener su valor de manera más estable, lo que significa que, si decides venderla más adelante, recuperarás una mayor parte de tu inversión inicial.
Acceso a historial de mantenimiento
Adquirir una moto de segunda mano implica, en la gran mayoría de los casos, poder acceder al historial de mantenimiento. Este último resulta esencial para asegurarte de que el vehículo se encuentra en óptimo estado para utilizarse cada día. También que no requerirá de una gran inversión en reparaciones y sustitución de piezas cuyo gasto termine haciéndote evidenciar una mala compra.