¿Cómo funciona un camión a hidrógeno?

Escrito por Paulo Di Renzo

En un contexto en el que se busca mejorar la contaminación medioambiental, la propulsión a hidrógeno se consolida como una posible y eficaz solución. Un camión a hidrógeno posee una pila de combustible que genera electricidad y esta desarrolla una potencia compatible con las necesidades del vehículo.

Concretamente, dicha pila de combustible produce la energía suficiente a partir de un proceso electroquímico que utiliza tanto hidrógeno como oxígeno. Así, el desenvolvimiento del vehículo (en este caso, camión) es más que adecuado y la única emisión posible es el agua, en lugar de los gases tóxicos de la combustión.

Características y ventajas de un camión a hidrógeno

Primero que nada, el camión no es un vehículo más. ¿Por qué? Porque su peso y capacidad de carga requiere de mayor demanda y, en consecuencia, contamina con las propulsiones actuales mucho más que un automóvil, camioneta o motocicleta, entre otras.

Leer más:
Increíble transformación: Un remolcador Scania de camión en las aguas de Suecia

Por esta razón, la necesidad de encontrar soluciones al problema de la contaminación medioambiental con los camiones es mucho mayor. En este sentido, el hidrógeno cumple con el primer objetivo de evitar la emisión de gases. Y con los otros se desconoce con exactitud ya que el sistema es muy reciente. Sin embargo, exhibe las siguientes ventajas:

  • Se produce de forma renovable, lo que permite emitir sólo agua y una buena capacidad de abastecimiento
  • Cuenta con atributos similares a los vehículos convencionales. Esto implica mayor confiabilidad y probabilidades de éxito y sostenibilidad en el mediano y largo plazo
  • El espacio que ocupa y que requiere no es un inconveniente en un camión o vehículo de carga

Desventajas o desafíos de un camión a hidrógeno

A veces las desventajas no radican en una cuestión o aspecto negativo, sino más bien en un desafío a resolver con el transcurso del tiempo. Esto es justamente lo que enfrentan actualmente los vehículos para funcionar con hidrógeno. Las más importantes son las siguientes:

  • La producción del combustible de hidrógeno es escasa y, además, se encuentra muy limitada. Esto perjudica tanto la demanda de esta propulsión como sus posibilidades de circular por diferentes regiones
  • Almacenar los tanques de hidrógeno requiere de un espacio muy voluminoso, lo que complica a los vehículos pequeños
  • Su precio de compra es muy elevado, lo que explica también su –hasta ahora- baja demanda
  • El hidrógeno es muy inflamable, lo que genera desconfianza en muchos conductores, más allá del cumplimiento de exigentes normas de seguridad
  • Si bien puede durar muchos años, su tiempo de vida útil es menor
Leer más:
VW e-Delivery: cómo es el camión eléctrico que se expande por Latinoamérica

Diferencias concretas entre un camión a hidrógeno y otro eléctrico

El hecho de no contaminar les otorga a ambas propulsiones una similitud: deben masificarse, probarse en distintos vehículos y superar sus desafíos. Sin embargo, poseen una principal y clara diferencia en cuanto a funcionamiento: Un camión a hidrógeno produce electricidad a partir del uso de una pila de combustible alimentada con hidrógeno, en lugar provenir de una batería

Luego, aparecen decenas de pros y contras al momento tanto de la producción como del desenvolvimiento, tiempo de duración y costos de reposición o reparaciones de partes o piezas. Sin embargo, un camión a hidrógeno puede implicar una excelente alternativa pensando en el mediano y largo plazo.