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Motor aspirado vs turbo: características y todo lo que debes saber

Uno de los debates clásicos que suele generar opiniones divididas en el mundo automotriz es qué tipo de motor suele ser mejor: si el aspirado o sobrealimentado. Te contamos cómo son ambos.

Ambos motores conviven en el universo automotor hace años, y todavía son elegidos por las automotrices. Sin embargo, previamente vale una rápida distinción: el aspirado (o atmosférico) y sobrealimentado -este último a su vez divididos en turbo o supercargado- responde a la forma de succión de aire en la admisión, previo a las etapas de compresión, explosión y escape.

Motor aspirado vs turbo

motor aspirado

El motor aspirado es conocido por su factor atmosférico y, como su nombre lo indica, aspira o succiona el aire. ¿Cómo funciona? El aire que recibe el motor entra por la admisión a la presión atmosférica y su mayor potencia la desarrolla a un régimen alto de vueltas (rpm) y en bajas suele ser más suave. Es decir, la potencia siempre dependerá de la cilindrada que tenga.

En contrapartida, el turbo necesita de un sistema de turboalimentación para comprimir el aire que ingresa a éste, aumentando la cantidad de oxígeno y combustible. Esto genera una mayor potencia y una respuesta más eficiente. Debido a que los gases de escape alcanzan altas temperaturas, se utiliza un intercooler para enfriar el aire antes de que entre al motor.

Ventajas del motor aspirado

Entre las ventajas de estos motores figuran figuran: Confiabilidad. Son millones los automóviles que han superado, por ejemplo, los 500 mil kilómetros. Por ello el nivel de confiabilidad es extremadamente alto y es la opción que al día de hoy eligen los taxistas, transportistas y quienes más utilizan un vehículo para trabajar.

Otro de los aspectos por los que el motor atmosférico se destaca es la fácil adaptación. Está presente en todo tipo de vehículos; desde los más pequeños hasta los camiones. Su único requisito es aumentar la cilindrada según el tamaño y peso.

A pesar de su evolución, por lo general, no suele cambiar la esencia de los aspirados. Por lo que, un mecánico lo podrá revisar y reparar de forma simple. De hecho, esto explica también por qué su demanda es tan alta y la razón por la que las distintas marcas prefieren continuar con su comercialización.

El mantenimiento de un motor tradicional es sencillo. Además de durar décadas, cada uno de los problemas tanto leves como complejos que estos propulsores suelen presentar son más que conocidos, y fáciles de arreglar. Mientras que, los repuestos o piezas se consiguen fácilmente, y tanto la reparación como la sustitución de las mismas requiere de un costo bajo.

Otra particularidad que presenta este propulsor es el costos de producción bajo. Su permanente alta demanda a nivel mundial permite ser producido a gran escala, lo que deviene en un costo inferior al momento de comercializarse. Se trata de otro beneficio, por ejemplo, para los automóviles pensados para las personas y familias de clase media y media-baja.

Desventajas de un motor sin turbo

A pesar de todas las ventajas descritas, la necesidad de cuidar el medioambiente y de incrementar aún más la eficiencia en la movilidad hacen que el motor aspirado esté empezando a sustituirse. Sus desventajas:

Menor potencia y más consumo de combustible: a pesar de su mejora drástica con el correr de los años, ambos son inferiores en comparación con otras alternativas; por ejemplo, la híbrida. Otro de los factores que lo desfavorecen es el grado de contaminación ambiental. Por ejemplo, un motor 1.6 contamina más que un 1.0 turbo, aun incluso si este último lo iguala en consumo.

Ventajas y desventajas de los motores con turbo

motor turbo

Entre las ventajas que se destaca un motor turbo encontramos, que suelen tener una mejor performance con cilindradas más pequeñas que un aspirado. Generalmente, generan un menor consumo de combustible y contaminación, lo que favorece el medioambiente.

Además, este tipo de propulsor entrega la máxima fuerza a bajas RPM (menos de 2000), por lo que es ideal para el uso urbano y para sobrepasos; y tiene un alto nivel de eficiencia.

Por otra parte, este tipo de motores presentan desventajas. Entre los principales factores figuran el tiempo de vida útil que es muy probablemente menor; costos de producción y de reparación más elevados, sobre todo si el turbo empieza a fallar.

A este listado se suma que el motor turbo o sobrealimentado su funcionamiento se da a través de una exigencia mucho mayor que podría ocasionar ciertas consecuencias en el mediano plazo; su valor de reventa es inferior y su bajo nivel de confiabilidad.

Si bien estas desventajas aplican a los motores turbo que funcionan a nafta, en los diésel tienen principios diferentes que los hacen adecuados para el mismo, por lo que el uso intensivo, confiabilidad y duración no se verán afectados.

La cuestión de “motor aspirado vs turbo” es compleja. Es cierto que eventualmente y en el corto plazo las mecánicas turboalimentadas parecen mejores por sus performances. Sin embargo, a largo plazo podrían hacerte llegar a la conclusión de que el motor convencional es más recomendable.

Paulo Di Renzo

Periodista deportivo. Egresado de DeporTEA, en 2001. Ingresó en Motorpress Argentina en marzo de 2004 y desde entonces se dedica de lleno al mundo de los motores. Arrancó produciendo contenidos para los canales “Autos” y “TC 2000” del portal Terra Argentina y luego ocupó diferentes cargos en todas las publicaciones especializadas de la editorial: Auto Test, Auto Plus, La Moto, Transporte Mundial y Maxi Tuning. Desde comienzos de 2018 es Content Manager del multimedio digital MotorDigitalPress.

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