El Jeep Avenger, un SUV que recientemente hizo su debut en Europa, es objeto de atención en Sudamérica, particularmente en Brasil. Sin embargo, se confirmó que no estará disponible, al menos en el corto plazo.
Nadie se atreve a discutir el potencial y características del Avenger, una suerte de mini Renegade. De hecho, la decisión radica en otra cuestión: no competir y superponerse con el Fiat Pulse, uno de los SUV del segmento B más exitosos y con mayores expectativas en el mercado. ¡Sigue leyendo para más detalles!
Jeep Avenger solo en Europa: ¿Por cuánto tiempo?
Desde los primeros rumores sobre su llegada a Brasil, el Jeep Avenger generó expectativas a nivel regional debido a sus características distintivas. Comparte arquitectura con los Peugeot 208 y 2008 debido a la fusión de Stellantis, y eso atrajo aún más la atención de entusiastas de los vehículos todoterreno en la región.
Sin embargo, la estrategia de Stellantis de posicionar a la firma americana como una opción más aspiracional es un factor clave en la decisión de no lanzar el Avenger en Sudamérica. Asimismo, introducir un modelo más asequible que se acercaría en precio al Renegade podría diluir la imagen de marca que han estado construyendo.
Para ser más concreto, esta decisión de no ofrecer el Jeep Avenger en Sudamérica se alinea con la estrategia global de Stellantis que reconoce que cada región tiene sus propias ideas y públicos objetivos. Además, la importancia de la marca Fiat en Brasil también puede haber influido, dado que implicaría rivalizar contra sí misma.
Características más destacadas del Avenger
A diferencia del Renegade, que utiliza la plataforma Small Wide de la ex FCA, el Jeep Avenger está construido sobre la CMP, compartida con los mencionados Peugeot 208 y 2008. Sus dimensiones son de 4.08mts de largo, 1.78 de ancho y 1.53 de alto, con una distancia entre ejes de 2.56mts. Aunque su espacio interior es un poco más limitado, ofrece 355 litros de capacidad de maletero y dispone de opciones tanto eléctricas como térmicas.
Todo esto demuestra que las altas expectativas por la originalmente denominada mini Renegade no eran casuales y que estaban más que justificadas. No obstante, nadie pudo prever en aquel entonces que tanta oferta y variantes similares devendría en una competencia interna posiblemente perjudicial.
