
El gobierno liberal liderado por el primer ministro Justin Trudeau se enfrenta a importantes desafíos durante los próximos meses. Es que muchos funcionarios y grupos de defensa afirman que se necesita cambiar rotundamente la estrategia de construcción de estaciones de carga de vehículos eléctricos (EV) en todo el país.
En la actualidad, dicha estrategia está enfocada en la construcción de puertos para vehículos eléctricos, en los distintos edificios residenciales multifamiliares, y también en áreas públicas pobladas. Se estima que esto puede no ser suficiente para seguir fomentando la utilización de este tipo de vehículos, con el objetivo central de cumplir los objetivos referidos al cambio climático.
Por su parte, están los que creen que una de las oportunidades más concretas que tiene Canadá para acelerar este desarrollo, es enfocarse en las viviendas unifamiliares: aquí es donde se produce más del 80% de la carga. Sin embargo, también están las opiniones totalmente opuestas que señalan que entienden que deberían construirse más en comunidades remotas y de bajos ingresos, pero al mismo tiempo, es difícil que esto lo asuma el sector privado.
El plan de Canadá
Uno de los objetivos que tiene el gobierno es, gradualmente, ir eliminando la venta de nuevos vehículos ligeros de combustión, de cara al 2035. Es que, uno de sus planes centrales es poder disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y, lo que refiere al transporte, representa el 22% de esta emisión. Se busca que, para el 2030, los niveles bajen un 40%, pero por los datos al día de hoy, esto es poco probable que suceda.
Una de las adversidades que afronta este enorme país es su extenso sistema de carreteras nacionales, el cual se extiende por 38.049 kilómetros. Asimismo, en invierno debido a sus fuertes fríos, la eficacia de la batería se reduce notoriamente y esta es una de las razones primordiales en la búsqueda de construir una red de carga efectiva para los vehículos eléctricos.
Ante esto, el Banco de Infraestructura de Canadá que está manejado por el gobierno, logró acordar la semana pasada un préstamo para el minorista de combustible, Parkland Corp, de poco más de 150 millones de dólares. Con esto lo que se busca es estimular la expansión de la red de carga de vehículos eléctricos, puntualmente en una provincial del oeste de Canadá donde la adopción de este tipo de vehículos es alta: Columbia Británica.
La red de carga en los hogares para los vehículos eléctricos
Hay fuentes que informan que el enfoque del gobierno de Trudeau debería estar en facilitar la instalación de sistemas eléctricos en los hogares, ya que, hoy en día, ese trabajo cuesta entre 2.000 y 3.000 dólares canadienses, según explicó Daniel Breton, director ejecutivo de Electric Mobility Canada, un grupo de defensa.
Para 2035, el plan del gobierno es subsidiar más de 80.000 nuevas estaciones de carga, con el objetivo de estimular la inversión privada y así expandir la red a al menos 442.000 cargadores públicos para 2035.
Según un informe realizado por el Auditor General de Canadá, se está por cumplir el objetivo de instalar 33.500 puertos a nivel nacional para 2026 para vehículos eléctricos. Además, la Agencia Internacional de Energía afirmó que, en 2022, Canadá contaba con 19 vehículos eléctricos por punto de carga público en 2022, mientras que en Estados Unidos la cifra fue de 24.