El Ferrari Testarossa es uno de los modelos más icónicos que ha creado la marca del Cavallino Rampante. Dueño de una dinastía de vehículos nacidos en la década del ’80 y que finalizó en los ’90, no es un deportivo más en la historia de la casa italiana con más de 76 años. Este deportivo ha sido alimentado por un clásico motor de 12 cilindros. Sin embargo, una compañía británica encargada de restaurar clásicos ha decidido alterar su corazón por un propulsor eléctrico.
Se trata de una alteración que pocos se han atrevido a realizar, y que genera un gran debate entre los entusiastas. Especialmente, entre aquellos más puristas que respetan los principios de la historia que implican los modelos de marcas tradicionales. Lo concreto es que los responsables de la firma Electric Classic Cars, especializada en electrificar autos de combustión, le pusieron un motor Tesla a este deportivo emblemático de 1984.
No obstante, este modelo no es el único que estos británicos han alterado. A partir de lo mostrado a través de su canal de YouTube, sienten orgullo de haber transformado en modelos menos contaminantes a otros ejemplares legendarios como un Mini Cooper, Fiat 500 y otros como un Porsche 911 o un Mercedes SL.
Uno de los Ferrari más famosos
Los modelos del Ferrari Testarossa -tuvo varias generaciones- estuvieron diseñados por Sergio Pininfarina, tradicional diseñador de la marca italiana hasta cerca de la década de los 2000. El primer ejemplar de esta serie de máquinas creadas en Maranello salió a la luz en 1984, y hasta 1992 se fabricaron en total 7100 unidades.
El objetivo de este auto fue reemplazar al Ferrari BB 512i. Incluso la popularidad del Testarossa llegó a ser uno de los modelos elegidos por la industria televisiva. El ejemplo más claro fue cuando este auto fue elegido para protagonizar los episodios de la serie estadounidense Corrupción en Miami (Miami Vice).
Si bien con el resto de los años evolucionó en diseño, su motor era uno de los atributos centrales. El Ferrari Testarossa estaba alimentado por un propulsor de 12 cilindros bóxer capaz de producir 390 CV a 6.300 rpm que desprendía una sinfonía disfrazada de sonido. Hasta su aparición se jactó de ser más potente. Esto le permitía hacer el 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y trazar una velocidad máxima de 290 km/h. Además, este modelo pesaba 1.506 kg, y tenía un efecto suelo.
Lo concreto es que, con la modificación realizada por los responsables de Electric Classic Cars, el modelo en cuestión ha perdido su sonido original. Resulta una unidad más ecológica, pero lejos de su esencia con la que salió de la fábrica de Maranello.