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Una pick up de los años 50 inmaculada: los detalles de una Ford de segunda generación

Con dos propietarios en su historial, esta emblemática pick up que fue subastada representa un verdadero pedazo de historia de las camionetas de los Estados Unidos. Conócela a continuación.

Las primeras Ford F-100 resultan una pieza preciada para cualquier coleccionista y, actualmente, uno de ellos acaba de adquirir un ejemplar de esta emblemática camioneta en una subasta. Al caer el martillo, el afortunado pagó una suma concreta de 30.000 dólares que se transformó en una cifra que valió realmente la pena.

La pick up de la marca de Detroit subastada en un evento en Estados Unidos se encuentra en un estado inmaculado. ¿Qué significa esto? Sí, es un modelo que mantiene la mayoría de sus piezas originales, con poco uso y que, tranquilamente podría estar a la venta en cualquier concesionario. Sin embargo, este ejemplar ahora tiene un nuevo propietario que ya pagó y lo tiene aparcado en su garaje. A continuación, los detalles de esta verdadera reliquia sobre ruedas, de 1956.

Detalles de una Ford inmaculada

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La Ford F-100 vendida pertenece a una generación de modelos que son de los más buscados por los coleccionistas, ya que escasean en el mercado y resulta difícil encontrarlas en buen estado. Esta unidad, en particular, es una de las nacidas hace más de 60 años, con un gran trabajo de restauración y poco kilometraje recorrido.

El primer dueño de esta pick up fue quien la compró 0 kilómetro, en 1956; después pasó a manos de otro que le metió manos para restaurarla a nueva. Si bien estaba en un estado sin demasiadas imperfecciones, tuvo sus retoques: el primer paso para que luzca en las actuales condiciones fue el repinte de la carrocería con un rojo similar al original que venía de fábrica.

Otro de los aspectos exteriores de esta Ford en los que el segundo propietario trabajó fue las piezas cromadas, que se reacondicionaron para recuperar lo que más pudiera la silueta original. Si bien está a la vista que se trata de un modelo clásico que no perdió su esencia, el procedimiento extra recibido mejoró su presentación y revitalizó su figura para que sea un vehículo envidiable.

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No solo se trabajó en esos detalles originales de esta pick up de los años 50. También se le dieron horas de trabajo a los neumáticos, inconfundibles por ser de banda blanca que era una distinción clásica por esos años. Mientras que, las llantas de chapa incluyen los centros cromados como otro ejemplo de originalidad que revela personalidad y buen estado de conservación.

El interior de la F-100: todo original

Uno de los sectores donde suelen producirse los mayores cambios al momento de adquirir un clásico es la cabina, por varios motivos: desde rasgaduras en los asientos hasta el desgaste de uso. Sin embargo, en el caso de esta Ford F-100 no fue necesario que se hicieran demasiados cambios debido a que, la cabina mantiene el asiento enterizo que está tapizado en cuero rojizo original.

Al adentrarnos en el habitáculo de esta pick up se observa que el segundo propietario no debió realizar grandes modificaciones ya que presenta un gran estado de originalidad. Si bien no debe descartarse que fue utilizado, el estado de cuidado que presenta es óptimo al punto de estar impecable.

Una camioneta antigua, pero con potencia

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En términos de rendimiento, esta Ford F-100 garantiza un gran andar que se vale de su motor original capaz de generar una buena dosis de caballos de fuerzas para esos años. Este pedazo de historia norteamericana sobre ruedas está equipado con el clásico V8 de 4.4 litros (conocido como 272 pulgadas cúbicas o “Y-block”) que se rectificó para tener su potencia original. Esto implicó tanto la reparación como la sustitución de cada componente. Gracias a estos ajustes, esta obra de ingeniería genera 170 HP y así rugir como en los viejos buenos tiempos.

Al levantar el capot de esta pick up estadounidense, además, queda en evidencia que fue sustituida la bomba de combustible mecánica, el termostato, la tapa del distribuidor y las bujías. Mientras que, la segunda persona que la tuvo decidió revisar el carburador de este icónico propulsor y hacerlo nuevo.

Respecto a la transmisión, esta clásica Ford F-100 tiene vinculada a su motor una caja manual de tres velocidades con palanca al volante que mueve exclusivamente al eje trasero. Para 1956, las camionetas no incluían el sistema de tracción 4×4. Sin embargo, la casa de Michigan ofrecía a quien lo deseara la posibilidad de una caja automática también de tres marchas como opción.

Un poco de historia

La primera pick up de la icónica Serie F era un vehículo robusto, duradero que representó a la segunda generación de esta icónica gama de Ford. Algunas de las características que presentaba cabina con un pilar A vertical y un parabrisas envolvente, e incluía la opción de ventana trasera, limpiaparabrisas eléctricos y un sistema eléctrico de 12 voltios. Todos elementos que esta obra de ingeniería conservó y, ahora, disfruta un nuevo afortunado del mundo motor.

Con el paso de los años, el modelo de esta emblemática Ford tuvo sus evoluciones al punto y fue una de las mayores referentes de la Serie F. Sin embargo, en la actualidad, estos ejemplares son los más buscados por los amantes de la vieja escuela.

Kevin Kupferberg

Nació en 1995 y los fierros son una de sus principales pasiones. Periodista, licenciado en comunicación y especialista en marketing digital, integra desde 2022 el staff de Motordigitalpress y colabora con la estrategia de contenidos.

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