
Las Ford de la Serie F son los modelos más exitosos de la casa de Michigan, y el éxito de esta emblemática gama comenzó con la aparición del primer ejemplar de posguerra, en 1948. Se trató de la icónica F-1 que, en la actualidad, es una pieza de colección invaluable para cualquier coleccionista. Este modelo dio paso a la llegada de otros que también portaron la letra “F” como distintivo. Sin embargo, los modelos de la nutrida gama de camionetas también se hicieron populares por recibir apodos.
La primera pick up de la casa de Michigan fue rediseñada en 1951, y gracias a esta actualización perduró hasta 1952. Presentada como un ejemplar que buscaba reputación en términos de calidad y durabilidad, la anunciaron como “Bonus Built” (bono construido), y así sugerir al comprador que era ganancia extra. Tenía tres configuraciones de carga: media, 3/4 y hasta 3 toneladas. Pero este apodo no fue el único seudónimo, hubo otros con el paso de las generaciones.
La segunda generación de la Serie F
Ford dio luz verde a la llegada de la segunda generación de camionetas de la serie F en 1953, con una modificación significativa a la cabina, la carrocería y el chasis. Además, extendió la familia y reemplazó las etiquetas de un dígito por denominaciones. En ese sentido, la F-1 pasó a llamarse F-100, las F-2 y F-3 de 3/4 de tonelada dieron origen a la F-250, y la F-3 de una tonelada fue el antepasado de la F-350.
No solo esto, las pick ups de mayor tamaño se transformaron en una gama especial. Mientras que, en 1954, Ford pasó a la historia a sus tradicionales motorizaciones de válvulas en cabeza de culata plana de larga duración. En su lugar, equipó a sus buques de carga con los nuevos motores V8 en Y con válvulas en cabeza.
Si bien estas camionetas recibieron diversos apodos, Ford las promocionó como “Triple Economy” (triple economía), para destacar los nuevos propulsores, rediseño y tipos de carga. En el universo motor, además, fueron conocidas bajo el nombre de “Effies” y “Fatfenders” (Defensas de grasa), y el significativo 50º aniversario, por el marco en el que se presentó.
El punto de inflexión de la Serie F: la tercera generación
En 1957 se presentó la pick up de tercera generación y cambió las reglas de juego: introdujo cambios radicales respecto a sus predecesoras, con un nuevo diseño de carrocería. Entre los aspectos que se destacan de esta generación que estuvo vigente hasta entrados los años 60 es la introducción de la caja de carga Styleside.
Esta entrega fue la última de la Ford de la Serie F con una configuración de carrocería de furgoneta. Al igual que otros clásicos, el modelo del año 1958 introdujo faros cuádruples, y así fue fácil distinguirla del construido en 1957. Respecto a su apodo, en Argentina fue llamada “Loba” por sus usuarios.
El paso fugaz de la cuarta etapa: la serie Unibody F
La cuarta generación de la pick up estrella de Ford unió la cabina con la caja, razón por la que fue llamada “Unibody” (monocasco), en 1961. Sin embargo, lo que pudo haber sido una evolución resultó problemático porque careció de flexibilidad, con puertas que se abrían solas o se quedaban atascadas al cerrarlas. Como si fuera poco, el sellado insuficiente en la parte inferior de las puertas provocaba que se oxidara el panel de balancín.
Si bien esta entrega de Ford perduró hasta 1966, presentó novedades. Entre ellas, la marca del óvalo presentó la F-250 con tracción integral, la Camper Special, el aire acondicionado y el paquete Ranger que dieron un salto de calidad en cuanto a confort.
La Serie F de quinta generación: las pick ups con crestas
Tras la falta de resultados del modelo anterior, las autoridades de la casa de Michigan se esmeraron para la pick up de quinta generación de la Serie F. Surgidas bajo la denominación “Bumpside”, por sus prominentes laterales, se produjeron entre 1967 y 1972. Su robustez se extendía desde los faros delanteros hasta las luces traseras. Además, incluyó nuevas motorizaciones, incluidos los V8 de 302, 360 y 390 pulgadas cúbicas.
En este tiempo, además, Ford introdujo los paquetes de equipamiento Ranger Special y Explorer XLT, al igual que los modelos F-250 y F-250 de cabina doble. No solo esto, apareció la F-250 highboy, con tracción 4×4 que se destacaba por tener una caja de transferencia divorciada, que le dio una postura más alta.
Sexta generación: más potencia y nacimiento de la F-150
El legado de la generación conocida como “Bumpside” fue la conocida como “Dentside”, que funcionó desde 1973 hasta 1979. Esta pick up reemplazó la cresta que se extendía a lo largo de la carrocería por una ranura protagonizada por una tira cromada en algunas variantes, como la F-250 Ranger.
Para esta Ford revisó motorización y sumó potencia a sus propulsores de 8 cilindros. Incluyó los de 351, 400 y 460 pulgadas cúbicas. Para 1975 debutó la F-150 y tapó el vacío que había entre la F-100 y la F-250. Para 1977, la serie F ya era una modelo de referencia y uno de los más populares de Estados Unidos, condición que perdura actualmente con versiones cargadas de tecnología moderna.