El Chevrolet El Camino fue la respuesta por parte General Motor al Ford Ranchero, fabricado por su tradicional rival en ventas. Ambos modelos buscaban instalar un nuevo tipo de vehículo en el universo automotriz, en pleno desarrollo de un mercado en el que comenzaban a aparecer los primeros “muscle cars”.
Este modelo de Chevy, en otras palabras, buscaba ser una alternativa al modelo de la marca del óvalo azul a partir de dos conceptos claros: en primer lugar, se presentaba con la estética de una coupé de dos puertas; la segunda, que fuera un vehículo capaz de brindar las bondades para ser usada como un pick up. La premisa era que los usuarios pudieran de realizar todo tipo de tareas, desde labores de carga pesadas, como cotidianas sin sacrificar la capacidad de hacer viajes largos.
Detrás de la cabina para dos pasajeros había una caja de acero. El Chevrolet El Camino debutó en el mercado de los Estados Unidos, en 1959, y se produjo hasta su último año modelo 1987, periodos en el que tuvo cinco generaciones. Sin embargo, todavía es posible conseguir la versión moderna conocida como Ute, la cual se puede importar desde Australia, la cual se comercializa bajo la marca Holden.
La primera generación: con el estilo del Chevy Impala
Concebida con distintos niveles de confort y equipamiento, la primera generación de esta pick up de GM con líneas similares al Impala partió de la plataforma y chasís del Brookwood. La parte trasera fue modificada para adaptar la caja de carga ahí, y GM la equiparla con un motor de 6 cilindros en línea de 3.9 litros para la base y dos V8 de 4.6 y 5.7 litros.
A pesar de casi doblegar en ventas a su modelo rival de Ford, esta variante fue producida apenas dos años con un total de 36,409 ejemplares. Y, para 1960, GM la sacó del catálogo de después de registrar un descenso de su comercialización que no le permitía justificar que siguiera siendo parte del portafolio de modelos de vehículos.
Segunda generación: el renacimiento
El regreso del Chevrolet El Camino al mercado se dio cuatro años después, en 1964, a raíz de las buenas cifras de sus competidores con modelos similares. Sin embargo, la marca tomó recaudos y cambió el enfoque: reemplazó la base de full size, por la del Chevelle con dimensiones inferiores. Si bien no era tan lujosa como el modelo inicial, amplió la oferta de motores al incluir propulsores de seis cilindros en línea y otros V8 –de 4.727 cc, 195 HP y 220 HP- y, otro de 5.462 cc y 250 HP-.
De esta manera, la marca de Detroit se adaptó a un contexto marcado por autos robustos al poder pudo brindar la posibilidad de ofrecer una pick up como herramienta de trabajo. Para 1966, estaba equipado con motorizaciones de la familia del conocido V8 Big Block de hasta 375 HP de potencia, asociadas a transmisiones de 3 velocidades, con opciones de 4 y automática de dos marchas.
Tercera generación de El Camino con una imagen establecida
La tercera generación del Chevrolet El Camino, de 1968, mejoró de manera exponencial las prestaciones, y fue construido sobre la base del sedán y wagon del Chevelle. Esta nueva entrega incluía cambios exteriores, como una nueva parrilla, paragolpe delantero y luces traseras de en el portón trasero. Su extenso tamaño 5.28 metros de largo, no impidió que fuera más rápido que su antecesor, y contó con distintos V8, donde el más potente lograba 375 HP.
Si bien nunca perdió de foco de ser un vehículo multipropósito, esta generación de esta pick up de GM adquirió un espíritu más deportivo que sus modelos antecesores. Incorporó una estética más robusta, y se intensificaron las terminaciones. Por ejemplo, las mejoras incluyeron franjas dobles en carrocería, con un frente que acentuaba el negro; además de, la aparición de las siglas SS, que respondieron a las palabras Super Sport.
Cuarta generación, El Camino más potente
El Chevrolet El Camino de cuarta generación significó el pináculo de la potencia de este modelo de GM, en 1970. La versión más dócil estaba propulsada por un motor V8 que erogaba 300 HP; mientras que, el de mayor potencia era el LS6 de 7.4 litros con 450 HP de potencia. Sin embargo, para 1971, no fue la excepción en el descenso de ventas de los “muscle car”.
Afectada por el nuevo reglamento del gobierno de los Estados Unidos en torno los niveles de emisiones, GM determinó que todos los motores tenían que funcionar con combustible sin plomo. Sin perder la plataforma del Chevelle, el principal cambio de la pick up fue la pérdida de potencia: la versión menos capaz partía de un motor V8 con 245 HP, mientras que el tope era la de 365 HP.
Quinta generación y despedida
Finalmente, la última generación del Chevrolet El Camino llegó en 1978, la cual se mantuvo vigente hasta 1987. Con una estructura basada en el entonces Chevy Malibu, sustituyó a los motores de 6 cilindros en línea por V6, con una versión V8 en diésel. Sin embargo, la adopción de plataformas de tracción delantera en modelos grandes como la caída de las ventas, fueron algunos de los factores que contribuyeron a su despedida.