
El motor de 2.0 litros es uno de los propulsores por excelencia de varias automotrices por distintos motivos. A continuación te contamos los detalles de su economía y por qué es uno de los más elegidos.
Caracterizado por ser uno de los más utilizados por los vehículo del segmento C -tanto sedanes y hatch back, como SUVs-. Si bien no lo favorecen su tamaño y nivel de prestaciones, mucho menos su grado de consumo, es uno de los más escogidos por los fabricantes.
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Sin embargo, no sabemos realmente hasta cuándo es su tiempo de caducidad debido a que, el motor de 2.0 litros está siendo sustituido por alternativas más pequeñas, inclusive turboalimentadas (por ejemplo, 1.2 turbo).
En los últimos años, este propulsor evolucionó notablemente y se volvieron más eficientes. Esto último se traduce en prestaciones superiores, menos consumo y mayor autonomía. Además, los cambios de diseños y otros aspectos también influyeron y mucho.
¿Cuánto consume un motor de 2.0 litros?
El consumo de un motor de 2.0 litros es de aproximadamente 11 litros cada 100 kilómetros recorridos. De todos modos, dicho valor representa un promedio, ya que el mismo varía según múltiples factores:
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La antigüedad: no es igual un propulsor de un Renault Megane 2006 que de un Toyota Corolla 2023. El de este último es mucho más moderno y eficiente, tanto en ciudad como en autopistas. Otro factor puede ser el sistema de transmisión al que se asocia. Es decir, una caja automática con convertidor de par aumenta el consumo respecto a la manual. A su vez, la CVT que emplean cada vez más marcas contribuye a un menor gasto.
El modo de conducción puede ser otro aspecto determinante del grado de consumo de un motor 2.0 litros. Este propulsor no es ajeno a aumentar su consumo ante aceleradas bruscas y sobreexigencias (por ejemplo, cuando se lo traslada a 160 km/h y a 5000 rpm).
El mantenimiento también puede influir. Si los se le realizan los controles correspondientes, como el cambio de filtros, aceites, bujías y otras piezas consumirá menos que otro motor de 2.0 litros mal mantenido.
Por último, la resistencia aerodinámica es otro auto mediano como un Ford Focus o Toyota Corolla ejercen menor resistencia contra el viento y, en consecuencia, gastan menos que una SUV como Corolla Cross, Honda CR-V, etc.
En los últimos años, este motor de 2.0 litros fue el responsable de equipar a los vehículos de miles de marcas. Por ejemplo, Toyota, Peugeot, Renault, Nissan, Citroën y Honda.
Diferencia entre el consumo en ciudad y autopistas
Si bien la conducción será distinta tanto en ciudad como ruta, en ambos contextos, cada litro de nafta tendrá un rendimiento mayor o menor , de acuerdo a la velocidad promedio a la que circule el vehículo. Otros aspectos que influirán será la cantidad de aceleraciones, frenadas, como subidas y bajadas, entre otras. Se trata de lo mismo que ocurre con cualquier otra cilindrada, incluyendo a las versiones más antiguas y modernas.
Al momento de evaluar el consumo promedio de un motor de 2.0 litros, en definitiva, se traduce en un consumo aproximado de entre 6 a 7 litros cada 100km circulando a 100km/h. Y 10 si aumenta la velocidad a 130km/h.
En otras palabras, en ciudad o en el contexto periférico a este ámbito, el propulsor en cuestión gasta más de 11 litros cada 100. Puede no ser lo más barato, pero sí una opción muy recomendable para el día a día y que, de hecho, explica por qué es, al día de hoy, tan elegido por diversas marcas.