
Las camionetas clásicas de Chevrolet, Ford o Dodge, clásicas de los años 70 suelen ser los modelos más elegidos para ser modificados por los estadounidenses que aman los motores. En especial, aquellos entusiastas que entendieron que estos vehículos con caja dejaron de ser hace tiempo solamente “herramientas” agrícolas, y las adaptaron para rugir en una pista. Uno de ellos fue Brian Finch, dueño de la casa Finch Performance, quien construye hot rods a pedido.
Uno de los mejores trabajos de este preparador de Tennesse, que busca ser un referente de la comunidad Pro Touring, fue una Chevrolet C10 Cheyenne 1971 con un motor V8. Se trata de una pick up que le encargó regresar a la vida Bryan Scheibe, un aficionado a los hot rods que ahora disfruta de su camioneta después de las distintas modificaciones que recibió. A continuación, conoce los detalles de este trabajo impresionante.
El punto de partida hacia la transformación Pro Touring
Scheibe conoció a Finch cuando halló su actual pick up a la venta en Carolina del Norte. Se trataba de una camioneta azul y blanca con un chasis de serie algo retorcido y los muelles recortados, Estaba equipada con un motor V8 LS de la marca de General Motors, asociado a una caja de cambios automática. La carrocería era sólida, y a partir de esta última característica fue que se partió para la transformación Pro Touring que procedió a aplicarle el preparador de Tennesse.
Para modificar la Chevrolet C10, Finch partió de su filosofía: cualquier vehículo que construyera debía ser capaz de rendir en la pista y recorrer largas distancias sin depender de remolques. Con esta convicción creó el chasis Apex Predator, que redefine la conducción. Entre ellas, figuran el travesaño delantero DSE Speed 595 X Gen y el sistema trasero Quadralink, el sistema de frenos Baer 6P de 14 pulgadas y los amortiguadores Viking de triple ajuste.
El cambio en la pick up comenzó en 2021, cuando Finch utilizó su chasis Apex Predator de primera generación como base para darle una nueva base a esta Chevy que resultó una obra de ingeniería. Con componentes claves como las ruedas Forgeline de tres piezas de 18 pulgadas combinadas con neumáticos BFG Rival S de 335 mm de ancho, no solamente mejoraron el rendimiento de la camioneta en la pista, sino también su apariencia, haciendo que destacara en cualquier evento.
Motorización renovada y de alta rendimiento
La Chevrolet C10 Cheyenne de 1971 recibió un nuevo motor para ser capaz de rugir como lo hace actualmente en la pista. Esto significa que el viejo propulsor original LS fue reemplazado por un potente LS7 427 armado por Scoggin Dickey Parts Center, equipado con un cárter seco y un árbol de levas mejorado de BTR. Para su increíble respuesta, recibió cabezas de cilindro PRC 285 de alto flujo y así solucionar problemas típicos del LS7 y maximizar su rendimiento.
Esta pick up es capaz de generar ahora 615 caballos de fuerza de potencia. Además, el motor LS7 se fusiona con un sistema de escape de acero inoxidable personalizado, que incluye colectores Hooker y silenciadores Magnaflow. Hay más: la configuración también incluye un eje trasero de 12 pernos Moser con un Eaton Trutrac y engranajes 3.73, asegurando una tracción y durabilidad excepcionales.
La Chevrolet C10 Cheyenne de 1971 también recibió modificaciones en la transmisión. Scheibe cambió la original que traía cuando la compró y colocó una Bowler Performance Tremec Magnum de seis velocidades con una palanca de cambios secuencial S1, a la que tardó adaptarse. En especial, porque nunca había conducido una transmisión manual, pero superó esta adversidad y disfruta conducir su camioneta sin problemas.
Una de los aspectos que más se destacan de esta pick up es la combinación del rendimiento de un automóvil de carreras con la practicidad de un vehículo de carga. Por el momento, Scheibe realizó casi 30,000 millas en los últimos tres años, asistiendo a eventos de Estados Unidos donde dejó claro que, un Pro Touring no necesita un remolque para destacarse. Desde el Bowler’s Midwest Challenge hasta exposiciones en el sur y Texas, fue un testimonio sobre ruedas de este estilo.
Cabina renovada para la Chevrolet C10
Puertas hacia adentro, la Chevrolet C10 Cheyenne de 1971 de también sufrió modificaciones importantes en comparación al diseñó que incluía de fábrica. Adoptó un estilo que combinaba funcionalidad y comodidad. Los asientos Sparco con respaldo fijo que aseguran la estabilidad del conductor y el pasajero durante las maniobras rápidas.
Otro de los cambios introducidos por Scheibe en el habitáculo de esta pick up fue el sistema Vintage Air, con el objetivo de aumentar el nivel de confort en climas calurosos. Además, se colocaron indicadores de Classic Instruments que permiten monitorear todos los signos vitales del motor, asegurando que la camioneta esté lista para cualquier reto.
A modo de conclusión, la Chevrolet C10 Cheyenne de 1971 de Bryan Scheibe representa todo lo que hace especial a las camionetas Pro Touring. Es una máquina que puede competir en la pista, recorrer largas distancias y, al mismo tiempo, ofrecer la practicidad de transportar herramientas y equipo.