Características de la Honda TLR, una moto única

Escrito por Paulo Di Renzo

En un contexto en el que la competencia motociclística crecía y tanto la demanda como la cantidad de opciones eran cada vez mayores, la Honda TLR se lanzó como la última respuesta de los cuatro tiempos. El trail ganaba terreno y la necesidad de renovar los modelos aumentaba día a día, pero Honda no podía perder su esencia.

La Honda TLR, mucho más que una moto

A partir de lo que observas en una imagen, es un hecho que la concebirás como una moto de Honda. Sin embargo, es mucho más que eso, ya que la TLR marcó un antes y un después, a tal punto de que sirvió para que la tomen como base para desarrollar dos nuevas motocicletas bajo dicho nombre comercial.

Se trataba concretamente de una moto de 200cc y otra más potente de 250. Y aunque parecían anticuadas, dado que provenían de un modelo proclive a ser una suerte de fin de vida, ocurrió todo lo contrario: se mostraban modernas, confortables y con todo lo necesario para satisfacer a los conductores y proveer experiencias positivas y únicas.

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Cabe destacar que dichas cualidades eran percibidas no solo por corredores y fanáticos, sino también por el público general. Al ser motos únicas, era muy difícil imitarlas o igualarlas, lo que posibilitó que quede marcada en la historia.

Un éxito que continuó hasta los 90

Está claro que la Honda TLR fue responsable del éxito de la compañía nipona durante más de una década. Sin embargo, a partir de 1990, los cambios en diferentes normativas y la propia evolución del vehículo de dos ruedas llevó a que todo ya fuera distinto…

Concretamente, los motores de dos tiempos recobraban cada vez más fuerza y adquirían notoriedad como consecuencia de los resultados que proporcionaban. Por esta razón, Honda no pudo quedarse atrás y debió lanzar nuevos modelos que respondieran a dicha necesidad.

Y si queremos remontarnos a la actualidad, la comparación entre la Honda TLR y las unidades actuales muestra diferentes notables; no solo en cuestiones de confort y equipamiento, sino también en, por ejemplo, niveles de contaminación. Jamás ese motor de cuatro tiempos podría adaptarse a las normas que rigen en la actualidad.