El medidor de temperatura consta de una suerte de reloj ya sea analógico o digital que muestra la temperatura que va adquiriendo el motor con el transcurso de los minutos luego de haberse puesto en marcha. Es habitual en los tableros junto con el velocímetro, contador de revoluciones y nivel de combustible.
A continuación, te mostramos por qué es tan frecuente ver que los vehículos nuevos ya no traen medidor de temperatura. También a qué se debe que tantas marcas o fabricantes aseguran que no es necesario y más.
Las 4 razones por las que los autos nuevos ya no traen medidor de temperatura
El reloj o medidor de temperatura luce sencillo. De hecho, es muy similar al del tanque de combustible. Cuando el motor está frío se encuentra debajo de todo (o arriba según el diseño en cada vehículo). Luego se va ubicando con el correr de los minutos en la parte central, que es donde aparece la temperatura (valor) considerado ideal para la conducción.
Pese a lo importante que es este dato, son cada vez más los autos cuyos fabricantes deciden no incorporarlo. Esto se debe a las siguientes cuatro razones:
1. Confiabilidad de los motores
El hecho de que el nivel de fallas y probabilidades de riesgos e imprevistos de los propulsores sean muy escasos hace que el medidor de temperatura pierda relevancia. A diferencia de la cantidad de combustible que te queda y de la velocidad y rpm a las que circulas, que siempre varían, el medidor de temperatura permanece siempre igual.
En otras palabras, si es casi imposible que se modifique o se altere, entonces, ¿Por qué no aprovechar ese lugar para informar otro dato de utilidad para el conductor?
2. Ganar espacio para mostrar otros datos
En línea con lo anterior, en algunos vehículos como, por ejemplo, el Ford Focus, había críticas debido al tamaño del indicador de combustible. Así, al quitar el de la temperatura, se podía agrandar el resto.
A su vez, los autos más modernos cuentan con decenas de sensores e indicadores; por ejemplo, cuando una puerta está mal cerrada o alguien no tiene puesto el cinturón de seguridad. Cada advertencia aparece, justamente, en el tablero. Por ello, ante la imposibilidad de reunir todo en simultáneo, se prioriza lo que se considera más relevante.
3. Escasa practicidad considerando que hay una luz de advertencia
Además de las muy bajas probabilidades de que el motor supere la temperatura normal y adecuada para su desenvolvimiento, en caso de que ocurra se encenderá una luz y se activará un sonido. Se trata de un sistema muy efectivo que, más allá de no ocupar lugar, se muestra mucho más práctico que una aguja que permanece siempre igual.
4. Digitalización de los tableros
El reloj de temperatura tal como lo conocemos consta de un clásico de los tableros analógicos. Estos se combinan hoy en día con los digitales que, en ciertos casos, ya alcanzan el 100% de las agujas, métricas y datos que el vehículo muestra y actualiza en tiempo real.
Si bien al principio sorprende que el medidor de temperatura no aparezca y, de hecho, hasta llega a impactar negativamente, la confiabilidad de los motores y otras cuestiones lo terminan justificando.
Asimismo, no está desapareciendo solo de los vehículos básicos o pequeños, sino también de los más grandes y sofisticados. Estos últimos son incluso los que más sensores y medidores incorporan; por ejemplo, la presión de las cubiertas, detector de fatiga, sensor de cambio de carril y muchos más.